Mura conserva el encanto de un pueblo de la Edad Media: un casco antiguo lleno de esplendor que se integra en el entorno del parque natural que lo rodea.

Mura es un pequeño pueblo de aire medieval, con menos de 250 habitantes, que siempre ha sabido conservar el encanto de las callejuelas empedradas. Está situado en el centro del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, a 57 km de Barcelona, y buena parte de este trayecto puede realizarse por carreteras panorámicas. En Mura, la naturaleza domina el paisaje. Las construcciones humanas son tan antiguas y fueron levantadas con tanto acierto que se han integrado completamente en el entorno. El patrimonio de época románica es de visita imprescindible. Desde finales del siglo XX, una de las principales actividades del pueblo es el turismo, sin haber perdido nunca su esencia particular y su encanto natural.