Conocida como la capital del vino y cuna de la cultura castellera de Cataluña, Vilafranca del Penedès no oculta su intensa relación con la vitivinicultura.

Vilafranca del Penedès nació como enlace entre las zonas cristiana y musulmana, a principios del siglo XII, y hoy sigue conservando este carácter integrador y acogedor. A partir de la segunda mitad del siglo xx se consolidó como el escaparate de la zona vitivinícola del Penedès, la más extensa de Cataluña y una de las mayores de la península ibérica. Un territorio donde el viñedo es el protagonista y el vino el producto a descubrir o conocer en profundidad. Las propuestas de enoturismo en esta ciudad que también respira cultura son infinitas. Un lugar donde se encuentra la plaza más castellera del país, donde destaca el patrimonio material y también el inmaterial complementando su entorno natural. Y que, además, goza de una situación geográfica estratégica, a menos de una hora de Barcelona.